Los autónomos gijoneses dan un paso al frente para no verse desplazados por las multinacionales del sector en el proyecto que remodelará el estadio.
Los comerciantes gijoneses se han metido «hasta el alma» en el proyecto de reforma de El Molinón. Suya es, de hecho, la idea de crear un gran «outlet» en los bajos del estadio municipal, que pasarán a tener uso no deportivo para poder rentabilizar la remodelación. De salir adelante, este negocio se convertiría en uno de los principales motores económicos de la obra a la que Ruta de El Molinón, la sociedad adjudicataria, lleva dando vueltas desde noviembre de 2006.
La iniciativa, capitaneada por el comercio local, cuenta con el respaldo de varios autónomos del sector, que estarían dispuestos a trasladarse a El Molinón siempre que los requisitos que se concreten en esa entrevista «sean razonables». Su intención es aglutinar en 3.500 metros cuadrados -incluidas zonas comunes- tiendas de «outlets» que ahora están desperdigadas por la ciudad. Este tipo de comercios vende restos de temporadas anteriores a precios muy rebajados.
El comercio local se mete «hasta el alma» en el gran «outlet» previsto en los bajos de El Molinón
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