El Corte Inglés también se aprieta el cinturón

Aunque no lo recordemos en el 93 también hubo crisis, una crisis en la que sufrieron también pequeñas y grandes empresas, que pudieron aprender a afrontar las situaciones de recesión de una manera más rentable. Es el caso de El Corte Inglés, el mayor grupo europeo de grandes almacenes que ya en su momento aprendió a hacer frente a una caída de ventas y que ahora se enfrenta a la nueva crisis con más recursos y más conocimientos, conteniendo el descenso a base de ganar menos dinero.

La fórmula de El Corte Inglés no ha reducido personal ni ha subido los precios, sino que ha reducido los márgenes de beneficio para no sufrir una pérdida en ventas. ¿Si todos nos apretamos el cinturón, por qué las grandes empresas no pueden hacerlo también? El Corte Inglés ha marcado ejemplo evitando una pérdida masiva de facturación a base de bajar precios, realizar más promociones, ofreciendo financiación gratis y facilidades de pago y lanzando su nueva marca blanca: "Aliada", nombre de la cual representa todo un acierto de marketing, ya que convierte a los consumidores del Corte Inglés no solo en fieles clientes, sino en auténticos aliados de la marca.

De esta manera el grupo ha podido no sólo hacer frente a la crisis, sino abrir más de 100 establecimientos (dos nuevos centros comerciales en Oviedo y Albacete, cuatro outlets y numerosos supermercados, agencias de viajes y tiendas Sfera).

Aunque el crecimiento del Corte Inglés se haya ralentizado cautelosamente, se está optimizando al máximo cada uno de sus centros de venta, para evitar así reducir su plantilla y la calidad de los productos. Así que de momento tanto los más de 98.000 trabajadores que tiene el grupo como sus "aliados" clientes, pueden dormir tranquilos ya que de momento el presidente de la firma, Isidoro Álvarez, asegura que confía en el modelo de negocio de El Corte Inglés y en la flexibilidad y capacidad de innovación del grupo para hacer frente a la crisis, por lo que no tiene en mente ni despidos ni una reducción de la calidad de sus productos.

Habrá que ver si esta estrategia puede mantenerse a largo plazo y el Corte Inglés se reafirma en su política empresarial. Siendo el grupo un referente comercial en España, una gran caída de su facturación podría afectar todavía más a los consumidores y disparar la gran bajada del consumo español. Esperemos que la crisis se encuentre realmente en un punto de inflexión y podamos aplaudir a su fin, las estrategias comerciales que, como esta, han beneficiado tanto a los consumidores como a la economía española en general.

Adriana Piqué


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